viernes, 7 de octubre de 2016

DISCRIMINACIÓN LABORAL


Vivir en el sur del Gran Buenos Aires, la zona más pobre y castigada del conurbano, también puede ser un estigma a la hora de conseguir trabajo. Marcelo C., 39 años, tres hijos, desocupado del gremio textil, descubrió que en algunas empresas, además de conocimientos y antecedentes, pesaba en la elección el hecho de no tener domicilio en la zona sur. "El argumento que me dieron es que los que viven en esa zona suben el promedio de llegadas tardes o faltas por los piquetes que cortan a cada rato el puente Pueyrredón", señala.
Resultado de imagen para discriminacion laboral

Madre sola, abstenerse
María Angélica hizo una carrera brillante: se recibió de contadora a los 22 años con promedio 9, a los pocos meses comenzó a trabajar en una empresa de alimentos, y a los 30 —luego de un tratamiento de fertilidad— fue mamá de mellizos. Entonces decidió hacer un alto en su carrera. Pero un par de años después vinieron el divorcio y la necesidad de volver a trabajar. Y ahí lo supo: ser separada y madre de dos hijos pequeños puede ser la peor carta de presentación en el mercado de trabajo.
"A lo largo de un año —recuerda— me presenté en una docena de estudios contables y nunca me llamaron. En algunos de ellos, según me enteré después por personas conocidas, contrataron a profesionales con menos experiencia, en su mayoría hombres. Como en varias entrevistas laborales me preguntaron con quién iba a dejar a mis hijos si conseguía el empleo, llegué a pensar que la próxima vez no iba a mencionar que era una madre separada. Ahora tengo trabajo pero sin relación de dependencia: si no voy no cobro".
El sur tampoco es conveniente

El insulto que quedó grabado

Resultado de imagen para persona insultando a alguien"Bancame porque al final este boliviano de mierda no puede decir lo que dijo", afirmó un funcionario del gobierno mendoci no, en un mensaje que dejó grabado en el teléfono de un intendente de esa provincia. Con estas palabras buscaba desacreditar la información publicada en julio de este año por un periodista del diario Los Andes, sobre la interpelación que afrontó este funcionario ante la Legislatura. Distintos intendentes del gran Mendoza tuvieron acceso a la grabación, el diario hizo pública la frase y hubo un repudio del Senado mendocino, un pedido de desagravio en Diputados y la queja diplomática del consulado de Bolivia, que ha denunciado discriminación de los policías con los ciudadanos bolivianos que residen en Mendoza. El hecho motivó una denuncia ante el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI).


Despedida por contagiarse

La mujer, "Maca", ingresó a la Fundación "Mujeres por la Vida" —que asiste a enfermas con SIDA—, tiene 57 años, dos hijos y varios nietos. Según su denuncia, la clínica no le suministraba los elementos de asepsia, y explicó que en una ocasión se había pinchado con una aguja mientras atendía a un paciente con HIV.

La maestras del "pecado"
Una lucha que terminó bien

Gustavo Oliva es cordobés, analista de sistemas, tiene 39 años y uno de casado con Patricia, una maestra porteña. Cuenta que le costó mucho esfuerzo terminar el secundario, mucho más recibirse en la universidad, y años de frustraciones y rechazos conseguir trabajo. "Durante años presenté mi currículum en cientos de lados, pero siempre con el mismo final frustrante: me citaban para una entrevista, pero cuando veían que camino mal y me cuesta hablar, me decían que ya me iban a llamar. Nunca lo hacían", cuenta Gustavo.

"Pero seguí insistiendo, agrega, los discapacitados tenemos fama de laburantes. Ahora tengo dos trabajos: por la mañana en tribunales y por la tarde en una empresa donde hago programas de computación. ¿Cómo lo conseguí? Me llamaron al día siguiente de que mi caso salió publicado en La Voz del Interior".

Resultado de imagen para inadi

Las tres maestras, Juana, Haydée y Elba, tenían todas más de 10 años de docencia en la escuela Nuestra Señora de Pompeya, pero en mayo del 2001 se produjo un cambio de autoridades y el cura Jorge Scaramellini Guerrero intentó que renunciaran, pero las tres mujeres se negaron. El sacerdote llamó a la policía para desalojar del lugar a dos de las maestras y echó a gritos a la tercera. El INADI intervino en el asunto y calificó el hecho como "claramente discriminatorio".






Mi opinon es que no por tener hijas chiquitas o clavarte una aguja no hay razón para despedirlos ni discriminarlos. 

Clarin 14/11/2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario